Para Yesica Hernández, una observadora de Quetzaltenango, tener un rol activo en la vida política de su país es una de ejercer su ciudadanía. Con sólo 24 años, Yesica ha trabajado con el Instituto Centroamericano de Estudios para la Democracia Social (DEMOS) por casi cinco años y ha observado dos procesos electorales. Para ella, la observación electoral es una vía idónea para involucrar a los ciudadanos en la política, especialmente a los jóvenes, y para asegurarse que los partidos políticos y los políticos rindan cuentas ante la población.
“Tenemos que participar. Si no lo hacemos, estamos dejando que otros decidan por nosotros,” explicó Yesica al NDI en una entrevista reciente. “Este proceso nos ayuda a contribuir para mejorar nuestro país y hacer al sistema más transparente, lo que ayuda a reducir la corrupción”, enfatizó.
“El proceso de observación me permitió entender mejor cómo está estructurado el país, lo que a su vez me dio ideas sobre cómo mejorar las cosas en el largo plazo”, manifestó por su parte Fredy Sitavi, un observador de Chimaltenango.
El NDI conversó con siete observadores alrededor del país quienes fueron voluntarios de DEMOS para monitorear el proceso electoral del año pasado en 52 municipalidades de las 338 que hay en Guatemala. Cada semana, los 539 observadores completaron una encuesta para documentar actos de violencia y quiénes los cometieron, incidentes de coerción de electores y abusos en contra de de los derechos políticos.
“Tenemos que participar. Si no lo hacemos, estamos dejando que otros decidan por nosotros.” - Yesica Hernández, observador electoral
Como miembro de Mirador Electoral, DEMOS compiló los hallazgos locales y los dio a conocer a través de los medios de comunicación nacionales. De esta manera la población se informó sobre las deficiencias del proceso electoral y sobre las áreas que deben ser mejoradas. También ofrecieron recomendaciones a las autoridades electorales y a los políticos para la construcción de una reforma a la ley electoral del país.
A través de reuniones regionales, DEMOS compartió los hallazgos con los observadores locales. Estas actividades ayudaron a los voluntarios a entender las realidades que enfrentan otras comunidades. Esta afirmación se comprueba con las declaraciones de Orlando Cun, un observador de Sololá: “Yo he aprendido a analizar la situación electoral y a comprender a fondo las leyes electorales y sus limitaciones. Aprendí a identificar a los actores que influencian las decisiones políticas y que muchas veces no son visibles”.
Además de actividades electorales, DEMOS trabaja con ciudadanos para ayudarlos a desarrollar sus habilidades de comunicación, particularmente para promover los derechos políticos a nivel local. La red de observación del Mirador también proporcionó a sus observadores electorales una oportunidad para utilizar esas habilidades a nivel nacional. Los observadores que entrevistó el NDI, quienes forman parte de un pequeño subgrupo del gran número de personas que ha trabajado con DEMOS en otros proyectos, estaban entusiasmados por tener la oportunidad de involucrarse en la elecciones y utilizar sus habilidades de comunicación.
“Hay tantos jóvenes que no tienen oportunidades y tenemos que asegurarnos de que las tendrán en el futuro.” - Aracsala Chang, observador electoral
Según la Directora Ejecutiva de DEMOS, Anabella Rivera, los observadores electorales que participaron en las capacitaciones para el manejo de la comunicación, tuvieron un rol activo en el proceso de monitoreo porque eran capaces de divulgar de forma efectiva los datos y la información recolectada por los voluntarios. “En un país en donde hay una cultura de silencio, es importante para los ciudadanos aprender habilidades de comunicación efectivas. La comunicación democrática y la libertad de expresión son fundamentales para establecer un cambio político,” comentó Rivera.
Antes de las elecciones, DEMOS también realizó grupos focales en las cabeceras de 20 departamentos de los 22 que hay en el país. Este proceso tuvo como objetivo evaluar las actitudes políticas de los ciudadanos. Los resultados mostraron que la mayoría de los participantes estaban descontentos con el sistema político y sus actores, ya que consideraban que las prácticas de la política eran corruptas y, por lo tanto, era necesaria una reforma sustancial y profunda. Sin embargo, también reconocieron que la falta de participación popular en el proceso de toma de decisiones permite la corrupción. Los ciudadanos reportaron que les gustaría estar más involucrados pero en general no sabían cómo podían participar y generar un impacto en el sistema político.
Las historias que compartieron los observadores entrevistados para esta publicación confirmó los hallazgos de los grupos focales. Ante el contexto histórico de las elecciones, Aracsala Chang, del departamento de Guatemala, observó que más personas, especialmente jóvenes, querían involucrarse en las elecciones, y el proyecto de Mirador Electoral ofreció una vía de participación. “Aprendí mucho sobre los problemas actuales y sobre cómo los jóvenes pueden mejorarlos”, expresó Aracsala. “Hay tantos jóvenes que no tienen oportunidades y tenemos que asegurarnos de que las tendrán en el futuro”, aseguró.
Aunque la elecciones terminaron en octubre, Yesica considera que estar involucrada en la política es un compromiso continuo, y ella está convencida de que los eventos del año pasado seguirán inspirando a los ciudadanos para involucrarse más. “Necesitamos implementar un ejercicio de observación que trascienda al proceso electoral”, dijo. “Por ejemplo, podemos observar los diferentes procesos políticos, como la designación de jueces y el nombramiento de otros funcionarios. Esto está empezando a pasar este año y será importante para todo el desarrollo del país. Nuestras ganas de participar demuestra que la ciudadanía está despertando”, concluyó.