Desde la conclusión de las elecciones en Guatemala en octubre de 2015, el Instituto Nacional Demócrata (NDI por sus siglas en inglés) ha sostenido conversaciones con organizaciones locales y observadores electorales con el objetivo de conocer sus experiencias y esperanzas para sus comunidades y el país. Con el fin de impulsar estas voces, publicaremos un blog en el que se documentarán historias de inclusión y cambio -- presentando a la gente detrás de los titulares que trabajan para construir una democracia firme en Guatemala.
Estas historias hablarán sobre la importancia de las observaciones ciudadanas en el contexto de ambientes políticos volátiles, así como de la importancia de los esfuerzos de observación para los observadores individuales, sus organizaciones y sus comunidades.
Las personas involucradas en la observación -- miembros de la red de observación y miembros de las comunidades principalmente rurales en las que se realizó la observación -- creen firmemente que sus acciones han contribuido a mejorar la transparencia y a fortalecer la democracia en su país y, por lo tanto, se sienten empoderados para seguir trabajando para lograr un cambio duradero.
2015 fue un año histórico para Guatemala. Una serie de escándalos que reveló la corrupción arraigada provocó protestas públicas sin precedentes que duraron más de seis meses. Ya para el mes de septiembre, la ciudadanía habían forzado la renuncia de casi todo el gabinete gubernamental y la detención del presidente, la vicepresidenta y varios jefes de las agencias estatales. Las protestas, y posteriores detenciones de altos funcionarios gubernamentales, enviaron un mensaje fuerte: que el país estaba listo para el cambio y que el pueblo no ignorará la corrupción del gobierno.
La iniciativa de observación es impulsada por personas que confían en poder marcar una verdadera diferencia en la sociedad ... Estos hombres y mujeres pertenecen a las organizaciones y comunidades en las cuales trabajan para crear un futuro mejor.
Al igual que en las elecciones anteriores, el NDI colaboró con Mirador Electoral, un consorcio guatemalteco de nueve organizaciones de observación, para monitorear el proceso electoral de 2015. Este ejercicio de observación fue particularmente importante para garantizar la integridad de los resultados de las elecciones, tomando en cuenta que éstas se desarrollaron en un contexto de crisis política que pudo haber desembocado en actos de violencia y conflictividad. Este ejercicio de observación también proporcionó oportunidades para una efectiva e inclusiva participación cívica, permitiendo a ciudadanos y ciudadanas de todos los orígenes expresar su deseo por una mejor política en el país, a servir como guardianes de la democracia y a asegurar que serían escuchadas sus necesidades individuales y voces colectivas.
Las redes de observación fueron diseñadas para aumentar la inclusión de grupos poblaciones que no han tenido suficientes oportunidades para participar políticamente. Los bajos niveles de participación política y sub-representación de grupos excluidos, como las mujeres, los pueblos indígenas y la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales (LGBTI), agrava la fragilidad de las instituciones democráticas de Guatemala, lo que se suma a la problemática social exacerbada por los altos niveles de delincuencia, violencia, corrupción e impunidad.
La iniciativa de observación es impulsada por personas que confían en poder marcar una verdadera diferencia en la sociedad. A pesar de que muchos trabajaron en sus comunidades solos o en pareja, lograron formar una red de miles de voluntarios en todo el país. Estos hombres y mujeres pertenecen a las organizaciones y comunidades en las cuales trabajan para crear un futuro mejor.
La dedicación de estos observadores y estas organizaciones comunitarias es extraordinaria e inspiradora. A través de este blog, compartiremos sus historias, aportando fotografías de sus diversas experiencias.